RSS

viernes, 17 de junio de 2011

20 de junio
Día de la bandera argentina
Historia de la Bandera

13 de febrero de 1812

Manuel Belgrano propuso al Gobierno la creación de una "escarapela nacional", en vista de que los cuerpos del Ejército usaban distintivos diversos.

18 de febrero de 1812

El Triunvirato aprobó el uso de la escarapela blanca y celeste, decretando: "Sea la escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, de color blanco y azul celeste..."

27 de febrero de 1812

Entusiasmado con la aprobación de la escarapela, M. Belgrano diseñó una bandera con los mismos colores, enarbolándola por primera vez en Rosario, a orillas del río Paraná. Allí, en las baterías "Libertad" e "Independencia" la hizo jurar a sus soldados. Luego, mandó una carta al Gobierno comunicando el hecho. Este mismo día, el Triunvirato le ordenó hacerse cargo del Ejército del Norte, desmoralizado después de la derrota de Huaqui.

Rosario

La Creación de la Bandera Argentina.

3 de marzo de 1812

El Triunvirato contestó la carta de Belgrano, ordenándole que disimulara y ocultara la nueva bandera y que, en su lugar, pusiese la que se usaba entonces en la Capital. La orden se debió a la preocupación por la política con el exterior. Pero, cuando la orden salía de Buenos Aires, M. Belgrano ya marchaba hacia el norte y, por esta razón, no se enteró del rotundo rechazo del Gobierno a la nueva bandera.

25 de mayo de 1812

Al frente del Ejército del Norte, el entonces General en jefe M. Belgrano movilizó sus tropas hacia Humahuaca. En San Salvador de Jujuy, enarboló al ejército de su mando la bandera en los balcones del Ayuntamiento, en vez del estandarte real de costumbre que presidía las festividades públicas. Allí, la bandera argentina fue bendecida por primera vez.

27 de junio de 1812

El Triunvirato ordenó nuevamente a M. Belgrano que guardara la bandera y le recriminó su desobediencia.

18 de julio de 1812

El General contestó que así lo haría, diciendo a los soldados que se guardaría la enseña para el día de una gran victoria.


sábado, 30 de octubre de 2010

10 de noviembre

“La palabra tradición, en su sentido etimológico, sugiere la presencia de un legado que se transmite de generación en generación, por obra de un sujeto transmisor a un sujeto receptor. Lo que se transmite es, en su esencia, un acervo permanente de verdades vitales que asumen diversas y renovadas formas históricas. En su significación real o propia, la palabra tradición tiene sentido analógico, esto es, se utiliza en varias acepciones, de las cuales una es la primaria, tal que de ella dependen las demás. En este sentido esencial, Tradición es la transmisión de un conjunto de verdades fundamentales que constituyen un tesoro doctrinal para el hombre y han sido recogidas de la revelación. Este acervo, invariable en sí mismo, se encarna bajo formas históricas mutables, vivifica a los pueblos que lo reciben y les imprime fi sonomía propia y particular estilo de vida. Concurren, además, otras manifestaciones que recogen uno u otro de los aspectos que se contiene en la signifi cación, a la que se refi eren y de la que dependen. Son, por ejemplo, la mera transmisión intergeneracional de costumbres, creencias, modalidades estéticas, normas de conducta, etc., que son expresiones culturales del hombre y caracterizan la vida de un pueblo o una nación, pero a condición de que hayan adquirido una suficiente permanencia. En el caso concreto de nuestro país, el núcleo esencial de la tradición tiene sus raíces en la concepción cristiana e hispánica que informa las bases de nuestro ser nacional, integrado por aportes diversos y autóctonos y europeos. En consecuencia sólo es auténtica tradición argentina aquella que reconoce este linaje y permanece fiel a sus inspiraciones. Cualquier otra corriente o pensamiento que se haya introducido o pretenda incorporarse a la vida nacional para sustituir dichos atributos esenciales o renegar de ellos no puede ser considerada tradición argentina”.

jueves, 9 de septiembre de 2010

13 DE SEPTIEMBRE DÍA DEL BIBLIOTECARIO


[bibliotecaria.jpg]
El Día del Bibliotecario se celebra en conmemoración a esta misma fecha en el año 1810, cuando el periódico La Gaceta de Buenos Aires publicó un artículo titulado Educación firmado con el seudónimo Veritas, cuya autoría se adjudica a Mariano Moreno.

En la nota se exhortaba a numerosos patriotas a la donación de libros e informaba acerca de la orden de la Primera Junta de Gobierno para crear la Biblioteca Pública de Buenos Aires, después transformada en Biblioteca Nacional, por lo cual esta fecha reviste, sin lugar a dudas, un gran valor histórico y cultural.

El Día del Bibliotecario fue establecido en la Argentina por el Congreso de Bibliotecarios reunidos en Santiago del Estero en el año 1942 e instituido a nivel nacional, hace cincuenta años, mediante sanción del Decreto Nº 17.650/54, como homenaje a los bibliotecarios.

11 de setiembre "DÍA DEL MAESTRO"

Fue una de las personalidades más importantes de nuestra historia. Su figura despertó admiración, resistencia y oposición desde las más diversas posiciones políticas en su época e incluso posteriormente. Fue docente, periodista, militar, estadista, promotor de avances científicos, político y escritor. Como hombre de acción, soñó un rol protagónico para nuestro país en el grupo de las grandes naciones del mundo.

Se instituye la fecha en honor a la memoria de Domingo Faustino Sarmiento
(1811-1888)

jueves, 5 de agosto de 2010

¿Qué es un niño?

Entre la inocencia de la infancia y la dignidad de la madurez encontramos una encantadora criatura llamada niño.

Los niños vienen en diferentes medidas, pesos y colores, pero todos tienen el mismo credo: disfrutar cada segundo, de cada minuto, de cada hora, de cada día y de protestar ruidosamente (su única arma) cuando el último minuto se termina y los padres los meten a la cama.

A los niños se los encuentra dondequiera: encima, debajo, dentro, trepando, colgando, corriendo o brincando. Las mamás los adoran, las niñas los detestan, los hermanos mayores los toleran, los adultos los ignoran y el Cielo los protege.

Un niño es la verdad con la cara sucia, la belleza con una cortada en el dedo, la sabiduría con el chicle en el pelo y la esperanza del futuro con una rana en el bolsillo.

Cuando estás ocupado, un niño es un carnaval de ruido desconsiderado, molesto y entrometido; cuando quieres que dé una buena impresión, su cerebro se vuelve de gelatina o se transforma en una criatura salvaje y sádica orientado a destruir el mundo y a sí mismo.

Un niño es una combinación. Tiene el apetito de un caballo, la digestión de una traga espadas, la energía de una bomba atómica, la curiosidad de un gato, los pulmones de un dictador, la imaginación de Julio Verne, la vergüenza de una violeta, la audacia de una trampa de fierro, el entusiasmo de una chinampina y cuando hace algo tiene cinco dedos en cada mano.

Le encantan los helados, las navajas, las sierras, las navidades, los libros de historietas, el chico de enfrente, el campo, el agua (pero no en la regadera), los animales grandes, papá, los trenes, los sábados por la mañana y los carros de bomberos.

Le desagradan las clases de Doctrina, estar acompañado, los colegios, los libros sin ilustraciones, las clases de música, las corbatas, los peluqueros, las niñas, los abrigos, los adultos y la hora de acostarse.

Nadie más se levanta tan temprano ni se sienta a comer tan tarde. Nadie más puede traer en el bolsillo un cortaplumas oxidado, media manzana, un metro de cordel, un saco vacío, dos pastillas de chicle, seis monedas, una honda, un trozo de sustancia desconocida y un auténtico anillo supersónico con un compartimiento secreto.

Un niño es una criatura mágica. Puedes cerrarle la puerta de tu despacho, pero no puedes cerrarle la puerta del corazón. Puedes sacarlo de tu estudio, pero no puedes sacarlo de tu mente.

Mejor ríndete; es tu amo, tu carcelero, tu jefe y tu maestro. Pero cuando regresas a casa por las noches con tus sueños y esperanzas hechas trizas, él puede remediarlas y dejarlas como nuevas con dos mágicas palabras: ¡Hola papito!


miércoles, 7 de julio de 2010

9 de julio de 1816: Declaración de la independencia argentina


CASITA DE TUCUMÁN
Graciela Oroño

Te dibujé tantas veces
con tus paredes inmensas,
una puerta bostezando
y columnas como trenzas.

Las ventanas algo curvas
muy derechitas las rejas
y arriba, bien colorados,
dos voladitos de tejas.

El aljibe no se ve
pero igual yo lo dibujo
rodeado con diez macetas
en este patio de lujo.

Afuera dos naranjitos
perfumando la vereda;
te adorno con pajaritos
y cinta de escarapela.

lunes, 14 de junio de 2010

Feliz Día del Libro.

Esta celebración comenzó en Argentina el 15 de junio de 1908 como “Fiesta del Libro”. Ese día se entregaron los premios de un concurso literario organizado por el Consejo Nacional de Mujeres. En 1924, el Decreto Nº 1038 del Gobierno Nacional declaró como oficial la “Fiesta del Libro”.

El 11 de junio de 1941, una resolución Ministerial propuso llamar a la conmemoración “Día del Libro” para la misma fecha, expresión que se mantiene actualmente.

Reflexión

A pesar de que los modernos medios de comunicación, como la radio, el cine y la televisión, le han restado protagonismo, los libreros afirman que el libro es irremplazable. Pese al infinito mundo de opciones que ofrece una web cada día más al alcance de la mano, no hay como hojear y deleitarse con un libro de verdad, sostienen.
Aunque no pueden establecer una tendencia clara acerca de cuales son los más solicitados, afirman que las novelas clásicas, contemporáneas y las de autores latinoamericanos son una lectura que no caduca y que prefieren las mujeres de todas las edades.
Los clásicos de política y filosofía como La República, de Platón o El Príncipe, de Maquiavelo se buscan en dos etapas distintas: los estudiantes universitarios las solicitan para leerlas en materias de la facultad. También está el caso de quienes ya llevan un ritmo de vida más relajado y las buscan para deleitarse con una lectura más analítica.
Un gran aporte para acercar a los niños a la lectura la realizan las bibliotecas populares y escolares que prestan libros y brindan talleres de lectura.